miércoles, 18 de julio de 2007

TUS PALABRAS


A VECES me adelanto a tus palabras,
como si supiera aún lo que callas.
Una a una las voy desgranando,
cual gotas de racimo, de lluvia enamorada.

A veces las aprietan mis manos.
Porque tus palabras, son más que esa suave
música que oyen mis oídos, cuando te amo.
Trepan por las paredes invisibles del aire.

Se arremolinan en mi alma como las hojas
oscuras, en las narices del viento.
Se quejan, se arrugan, se tuercen
como las ramas, en el otoño de alambre.

Construyen mi tristeza o mi alegría, con ladrillos
de barro o de paloma.
Mujer: Yo escuché a veces tu voz muda,
cuando apenas nacía en tus labios.

El día viajando en el tren del verano.
Solos.
A veces.
Tristes y lentos como un eclipse.

Yo me inclino a tus palabras,
más allá de la dicha o el engaño.
El cielo. El cielo.
El mar nos trae su voz soltera,
en azules pergaminos de espumas.

La luna hace rodar palabras,
montadas en caballos blancos.
¡Ay!. Yo he visto las gaviotas confundidas,
picoteando tus palabras, en el trigal de tu boca

Porque después de todo.
Tus palabras son más que esa suave música
que oyen mis oídos, cuando te amo.

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