miércoles, 18 de julio de 2007

A MARIAMOR


Dedicado a la gran poetisa María Ofelia Raimundo, con el humilde anhelo de creer, que he sabido interpretar algunos de sus celebrados versos



Yo sé que aún corren sueños por tus venas,
cruzados de anhelos y quemantes melancolías.
Pálidas estrellas, quizás: un rostro lejano.
¡Ay río que besa la ribera de tu alma y huye!

Sueñas que tus manos duermen en sus manos.
A veces: sientes un dolor biliar, frío, hacia abajo.
Es que su voz temblorosa y líquida,
te arrastraba en olas de reverberantes silencios.

Tu mirada se estanca en su cuerpo nocturno.
Como aspas de un molino abandonado,
suenan en la noche tus pequeños pies descalzos.

¡Desnuda! ¡Eres desnuda! Y loca vas gritando
su nombre bajo el árbol de la lluvia.
Y es allí María Ofelia en ese sueño,

donde nacen de pronto, tu paz y tu paloma.

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