Si muero, acostúmbrate a vivir sin mí,
borra de tus sueños a mi rostro perdido;
deja que el tiempo guarde las cenizas de mis labios
en pequeñas alcancías que juntos, abriremos algún día
No te ocultes detrás de la incesante estatua,
construida con los párpados inflamados de hastío
y vaga por caminos que aún sueltan mi aroma errante,
amarrando tu corazón a todo lo que existe... espérame!:
en las grisáceas nubes de ruidosos silencios
donde las bocas no suplican, ni piden, ni lloran
allí, donde se dispersan las resinas del corazón herido
Si muero, acostúmbrate a vivir en mi ausencia
y besa mi boca de nieve con tanta fuerza
que al llevarme con mi muerte tu beso, yo jamás halle olvido
borra de tus sueños a mi rostro perdido;
deja que el tiempo guarde las cenizas de mis labios
en pequeñas alcancías que juntos, abriremos algún día
No te ocultes detrás de la incesante estatua,
construida con los párpados inflamados de hastío
y vaga por caminos que aún sueltan mi aroma errante,
amarrando tu corazón a todo lo que existe... espérame!:
en las grisáceas nubes de ruidosos silencios
donde las bocas no suplican, ni piden, ni lloran
allí, donde se dispersan las resinas del corazón herido
Si muero, acostúmbrate a vivir en mi ausencia
y besa mi boca de nieve con tanta fuerza
que al llevarme con mi muerte tu beso, yo jamás halle olvido
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