MIENTRAS LA LLUVIA desviste la luz del otoño
Tu boina amarilla, se inclina hacia tus ojos
Resaltando tus dones de espiga salvaje
Poniendo humanos muros a la belleza del crepúsculo
Regresas como un vuelo de abeja
¡Taciturna!, enredada en tu rectilíneo vuelo
OH, bienamada, ya eres sólo una sombra
Que se estira detrás de tus pies descalzos
Yo, que te contemplé antes de ser amada
Yo, que atravesé tu corazón desnudo
Como una gaviota gris, arrugando espacios
Veo acribillada por tu frío beso
Mi segura condición de invierno
Estableciendo el orden indivisible de mi ocaso
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