Razones y llaves extrañas habitan ahora esta casa:
ayer vi un par de innovaciones, y se cerraron mis ojos.
Casa de mis padres en la que aún hoy siento
el ruido mojado de la lluvia sobre sus tejas.
Otros son sus dueños, y otras manos
abren de su portón gastado, el viejo picaporte;
yo solía por las noches, rebasarlo sigiloso
con mis diminutos y borrosos talones.
Casa de mi adolescencia, casa de la dicha y la agonía.
Hoy vuelvo como un ave ciega a tocar sus muros,
y percibo como una gota de miel desenterrada
(de mi memoria) derrama para mi madre, ya muerta:
un jazmín blanco en su añorado jardín; mientras escucho
su voz, invitándome, a la hora alegre y absolutoria del mate.
ayer vi un par de innovaciones, y se cerraron mis ojos.
Casa de mis padres en la que aún hoy siento
el ruido mojado de la lluvia sobre sus tejas.
Otros son sus dueños, y otras manos
abren de su portón gastado, el viejo picaporte;
yo solía por las noches, rebasarlo sigiloso
con mis diminutos y borrosos talones.
Casa de mi adolescencia, casa de la dicha y la agonía.
Hoy vuelvo como un ave ciega a tocar sus muros,
y percibo como una gota de miel desenterrada
(de mi memoria) derrama para mi madre, ya muerta:
un jazmín blanco en su añorado jardín; mientras escucho
su voz, invitándome, a la hora alegre y absolutoria del mate.
1 comentario:
Maipù es la calle donde naciò la poesía del poeta más sensible de nuestro Jardín, es la calle de donde nacieron los versos "panteanos" y que hoy tiene poetalatino el honor de disfrutar y honrar en su portada, y yo orgullosa tocayita, me brindo a tus pies. Un abrazote
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